Para muchas personas, vender una casa es una de las mayores transacciones financieras que tendrán la oportunidad de realizar en su vida. Y, desgraciadamente, el proceso de vender una casa es hoy en día más complejo y lento que nunca. Tener éxito en una transacción inmobiliaria implica, generalmente, tener alguna experiencia en los campos jurídico, financiero y de marketing. En muchos casos, y a no ser que sea un experto en negociación inmobiliaria, ésta puede convertirse en una aventura frustrante y potencialmente costosa. Si decide seguir con la idea de vender solo su casa, prepárese para estar disponible y cerca de casa durante semanas o incluso meses y no se olvide de que la mayor parte de las visitas de compradores tienen lugar en horario laboral. Como profesionales inmobiliarios, los tres errores más comunes que vemos cometer a los propietarios son:
Poner el inmueble en el mercado por un valor superior a su valor real
El error más común está en la definición del valor del inmueble. El propietario siempre quiere maximizar el valor de venta, aunque un precio demasiado elevado va a reducir drásticamente el número de visitas y propuestas de compra. Como consecuencia, el tiempo que el inmueble va a estar en el mercado aumentará e, inevitablemente, el propietario será forzado a bajar drásticamente el precio. Actualmente, al contrario de lo que pueda imaginar, hay pocos inmuebles vendibles, así que al poner su inmueble con un valor más bajo y adecuado a su valor real de mercado, aumentará la demanda y el número de propuestas, maximizando la probabilidad de venta y de rentabilidad.
No desligarse emocionalmente del inmueble
No es su hogar el que está en venta, es un inmueble. Un error común que suele hacer el propietario de un inmueble es valorar un conjunto de características y vivencias de su casa, a la cual está emocionalmente ligado. Los futuros propietarios siempre van a mirar el inmueble con otros ojos. La conexión emocional excesiva con la casa puede crear remordimientos en el propietario o respuestas excesivamente emocionales al feedback y las ofertas de los compradores, alejando de esta forma las oportunidades de negocio. No sea demasiado emocional en el proceso de venta de su casa. Concéntrese en el factor racional e intente ver las cosas desde el punto de vista del comprador.
Otro error común es no preparar la casa antes de ponerla en el mercado.
Muchas veces, la ansiedad por vender la casa lleva a los propietarios a comenzar la promoción del inmueble sin prepararlo debidamente para la venta. La forma en que presenta su inmueble a potenciales compradores puede marcar la diferencia entre el éxito de venta o el fracaso total. Los compradores tienden a valorar las casas por el esfuerzo que necesitan para mudarse. Cuanto menos tengan que gastar para entrar en la casa, mayor será el importe que estén dispuestos a pagar.
Su vida ya es suficientemente ajetreada para tener que preocuparse por la venta de su casa. Cederle esa tarea a un profesional inmobiliario con experiencia le ahorrará tiempo, dinero y muchas preocupaciones. Los especialistas inmobiliarios dan apoyo y orientación para optimizar el valor de venta, preparan el inmueble para las visitas, integran el proceso de negociación profesional y la relación con el comprador y garantizan la maximización de la exposición de su inmueble en el mercado.